Película tensa donde las haya.
Además de ser muy recomendable por los aspectos técnicos, las actuaciones, y un largo etcétera destaca la temática de la película, controvertida a la par que sorprendente dentro del puritanismo típico de la sociedad americana.
Como bien se dice en el priemer mensaje de ese destripamiento, la película narra el intento de reinserción social de lo que se considera globalmente el más bajo nivel al que puede caer un ser humano: un abusador de menores.
Es muy curiosa la dualidad que transmite la película en relación al personaje preincipal (aplausos para Mr. Bacon), dualidad que el mismo personaje experimenta sobre si mismo. Se mezcla el desprecio con una cierta empatía.
La película aborda el caso de este maltratador desde el enfoque de una enfermedad, algo ya de por si tendencioso para muchos. Esto conribuye a facilitar la división de sentimientos en el espectador, con lo cual la película gana mucho en matices. Por un lado se desea que el protagonista sea capáz de reinsertarse, segunda oportunidad, etc. y por otro, cuando se transparenta el "monstruo interior" se desea poder estrangularlo. Esto permite al espectador analizar sus propias reacciones a posteriori.
Los personajes pesentan todos los matices que uno se puede imaginar y alguno que ni se espera. Desde el policía impresionado por lo que ha visto en pobres niños a un cuñado dividido entre la lealtad a su único apoyo en el pasado y su aversión por lo que el socialmente representa un abusador de menores. Otro personaje que particularme me gustó fué el de la secretaria, que para mi representa lo peor que llevamos dentro.
El único personaje que me parece algo flojillo es el de la niña... tras discutirlo a la salida del cine su comportamiento parecía excesivamente inocente para los tiempos que corren.
La película pretende, en mi opinión, transmitir el mensaje de no todo es tan simple como pretendemos creerlo, y lo hace bastante bien, basándose para ello en el personaje de Candy y también en el de Vicky que permiten a nuestro protagonista poner un dedo del pié en el camino de la redención. Eso si, y esto es de lo que más me gusta de la película, no puedes saber si eso acabará bién.
La fotografía está excepcionalmente cuidad, con constantes guiños al espectador en los planos más generales, donde el entorno "urbano" parece un protagonista más a ratos. Me recordó en algunos momentos a Lost in Translation en este aspecto, evidentemente sin tanto peso.
El banda sonora también me pareció muy bien escogida.
En fin, perdón por lo inconexo y por las burradas ortográfica, lo revisaré en cuanto pueda.