TITULO ORIGINAL: Hana-Bi
AÑO: 1997
DURACIÓN: 103 min.
PAÍS: Japón
DIRECTOR: Takeshi Kitano
GUIÓN: Takeshi Kitano
MUSICA: Joe Hisaishi
FOTOGRAFÍA: Hideo Yamamoto
REPARTO: Beat Takeshi (Takeshi Kitano), Kayoko Kishimoto, Ren Osugi, Susumu Terajima
- Ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia de 1997 -
SINOPSIS: Un policía llamado Nishi -Takeshi Kitano- se enfrenta a la enfermedad terminal de su esposa, al drama de un compañero que ha quedado parapléjico en una redada y a un grupo de mafiosos que le siguen la pista. (FILMAFFINITY)
Bien, la he visto y me ha sorprendido un tanto no encontrarla en los Anaqueles Cinepateros de Largometrajes.
Lo primero, comentar que esta película alberga deliciosos momentos; y pese a durar poco más de hora y media, da la sensación de que realmente ocupa más tiempo.
Al margen de considerar si tiene un guión muy elaborado o como mínimo inteligente, hay que decir que Kitano ve la vida desde la perspectiva del absurdo, me explico: para alguien acostumbrado a ver películas de Hollywood, las historias suceden por algo, pocas veces entra en juego el azar y si lo hace, es para dar paso a situaciones racionales, con un desarrollo que se deshila como una ecuación matemática. En cambio, en esta película suceden las cosas de una manera un tanto ilógica. No importa por qué el maleante deja paralítico a un policía; a partir de dicha escena, Kitano nos obliga a centrarnos en el después, las motivaciones de los personajes: alguien que se va a casar tras ser herido en el forcejeo, un hombre que pinta para recordar los dibujos que su hija antes le regalaba, otra persona dispuesta a darle un último regalo a su esposa enferma.
Hay más cosas en la historia, claro. Un tanto tópicas para ser Kitano, como los yakuza, los silencios, la violencia absurda y directa, y así. En esta ocasión, prefiero quedarme con lo que comento en el párrafo anterior. Con eso, y con el final.