Reparto-Patricia Herd, Johnny Adams, Don Starr, Damon Whitaker, James Handy, Natalia Silverwood, Al Pugliese, Charley Lang, Richard Zavaglia, Chris Bosley, Morgan Nagler, Samuel E. Wright, Arlen Dean Snyder, Sam Robards, Richard Jeni, Gretchen Oehler, George Orrison, Michael McGuire, Tony Todd, Tim Russ, Keith David, Billy Mitchell, Ann Weldon, Bill Cobbs, Penelope Windust, Joey Green, Anna Levine, Michael Zelniker, Richard McKenzie, Hubert Kelly, Karl Vincent, Alec Paul Rubinstein, Hamilton Camp, Richard Mawe, Duane Matthews, Forest Whitaker, George T. Bruce, Diane Venora, Jo De Winter, Matthew Faison, Lou Cutell, Steve Zettler, Slim Jim Phantom, Roger Etienne, Glenn Wright, Peter Crook, Tony Cox, Jason Bernard
Guionista-Joel Oliansky
Montador-Jack N. Green
Director-Clint Eastwood
Musica-Lennie Niehaus
En esta película dirigida por Clint Eastwood, gran aficionado al jazz y admirador de Charlie Parker, recoge con meticulosidad, rigor histórico y sin concesiones a la comercialidad la vida de un músico único y genial que arruina su vida y su personalidad a cuenta de las drogas. Gracias a esta película, un buen número de personas han podido descubrir a Charlie Parker y han terminado por acercarse a la música de este gran creador, un hombre que en solo diez años, dio al jazz un vuelco espectacular de 180º y lo hizo entrar en una nueva era. El ritmo, el caos, los aspectos referidos a la improvisación del beebop, se unen para crear una película dedicada a un genio del jazz como nunca antes habíamos visto. El clima creado por el director de fotografía Jack Green, sumado a la música de Parker, completan una atmósfera de los años 40 y 50 absolutamente única y real. El consumo desmedido de heroína entre otros problemas íntimos, su relación con Dizzy Gillespie y el ambiente jazzístico de la época, hacen de esta película una obra sumamente especial y única. El trabajo de Whitaker es genial y de enorme autoridad, destacándose la comodidad y soltura con las que desenvuelve en el saxo, actuación que le valió el premio a mejor actor en el Festival de Cannes en 1988. El director Clint Eastwood y Lennie Niehaus, su asesor musical en el film, utilizaron grabaciones propias de Parker, algunas de la colección privada de Chan Parker, luego separaron las pistas del saxofón, las limpiaron y remasterizaron digitalmente, las recombinaron con sesionistas actuales, y crearon una limpia, pura y nueva banda de sonido stereo. El amor por el jazz y la fascinación por los personajes solitarios, oscuros y errantes, junto con la pasión con que fue hecha la película, crearon Bird: una "romántica" visión (usando el término artístico) del mundo del jazz y de la vida de sus músicos.
Absolutamente se trata de una joya, una obra maestra de las que dejan marca, para siempre. A destacar la fotografía y las interpretaciones que, en su conjunción deliciosa, rasgan el aire y cortan la respiración. Increible.