Título original: Léolo
Nacionalidad: Canadá
Año: 1992
Género: Drama
Formato: Color
Duración: 107
Director y Guión: Jean Claude Lauzon
Fotografía: Guy Dufaux
Música: Richard Gregoire
Producción Les Productions du Verseau / Le Studio Canal Plus
Reparto: Maxime Collin, Gilbert Sicotte, Ginette Reno, Julien Guiomar, Giuditta del Vecchio, Denys Arcand, Pierre Bourgault
Insólita, cruda y violenta poesía cinematográfica, Léolo es la historia de un niño de imaginación desbordante que vive con su peculiar familia en un humilde barrio de Montreal. Loco por su vecina, está convencido que nació de un tomate fecundado por un italiano. En su onírico y surrealista mundo, la realidad no deja de insmiscuirse a través del despertar de la adolescencia, que provoca una riada de emociones llena de intensos contrastes. Así, mezclando delirante ternura con la dura desnudez de la realidad más deprimente, el malogrado Luzón consigue una maravillosa, diferente e impresionante película que regala la más cautivadora visión de la infancia que ha dado el cine moderno. Una obra singular e imprescindible.
En 1995, la avioneta que Jean-Claude Lauzon pilotaba se estrelló contra una montaña. Decir que sólo murieron él y su novia, después de pasar un día de pesca, es algo no del todo exacto.
En ese accidente murió Lauzon y, en cierto modo, también parte del mundo que los que hemos visto "Leolo" compartíamos con él. Murió un director que, con algo más de tiempo, habría conseguido desarrollar una forma de contar historias que habría servido, sin duda, para hacer frente a esta época de simpleza y estupidez en el cine.
En esa carrera truncada habrían sobrepasado a gente tan admirada como Lars Von Trier, por poner un ejemplo de alguien capaz de haber creado un estilo propio (con todas las limitaciones y campañas de marketing que el "Dogma" lleva consigo).
Y el Destino no tuvo ningún reparo en servirse de esa avioneta para cortar la carrera de Lauzon y dejarnos a todos los que consideramos "Leolo" una obra maestra esperando una continuación que jamás llegará.
Poco importa. Esta película que se merece un diez. Sin duda. Una referencia a la que acudir una y otra vez. Una película que siempre dejará corto cualquier análisis. Una película que hay que ver.
Porque sueño, ... no lo estoy